El cifrado es el proceso de convertir texto sin formato en una forma codificada o encriptada que nadie puede leer, excepto aquellos que tienen la clave de descifrado. El propósito del cifrado es proteger la información confidencial del acceso, uso, divulgación, interrupción, modificación o destrucción no autorizados.
Hay muchos tipos diferentes de encriptación, cada uno con sus propias fortalezas y debilidades. Algunos de los tipos más comunes incluyen el cifrado simétrico, el cifrado asimétrico y las funciones hash.
El cifrado simétrico, o cifrado de clave privada, requiere que tanto el remitente como el receptor utilicen la misma clave para cifrar y descifrar mensajes. Esta clave, a menudo una cadena de caracteres o números, es vital para el proceso de seguridad, que opera a través de un algoritmo matemático específico. Una opción popular es el Estándar de Cifrado Avanzado (AES), reconocido por su velocidad y eficiencia en la protección de transacciones en línea, transferencias de archivos y comunicaciones. Si bien es eficiente, el desafío con el cifrado simétrico radica en intercambiar la clave de forma segura sin comprometer la seguridad.
El cifrado asimétrico, también conocido como cifrado de clave pública, utiliza dos claves diferentes: una para el cifrado y otra para el descifrado. Una clave, la clave pública, se usa para cifrar el mensaje y la otra clave, la clave privada, se usa para descifrar el mensaje. La clave pública puede distribuirse libremente, mientras que la clave privada debe mantenerse en secreto. El algoritmo de cifrado asimétrico más utilizado es el algoritmo RSA (Rivest-Shamir-Adleman), que se utiliza para cifrar y descifrar datos, así como para generar firmas digitales. La principal ventaja del cifrado asimétrico es que no es necesario intercambiar la clave privada entre el remitente y el receptor. Sin embargo, generalmente es más lento y menos eficiente que el cifrado simétrico.
Las funciones hash son herramientas criptográficas cruciales unidireccionales que se utilizan para verificar firmas digitales y contraseñas. Convierten una entrada o "mensaje" en una cadena de caracteres de tamaño fijo conocida como "valor hash". Es importante destacar que cualquier alteración menor en la entrada da como resultado un valor hash dramáticamente diferente, lo que mejora la seguridad. Estas funciones, especialmente las populares como SHA-256 y SHA-512, son ideales para almacenar contraseñas de forma segura, ya que evitan que se recupere la contraseña original.
El cifrado es importante porque ayuda a proteger la información confidencial del acceso, uso, divulgación, interrupción, modificación o destrucción no autorizados. Esto es particularmente importante en la era digital actual, donde la información personal, los datos financieros y otra información confidencial se almacenan y transmiten electrónicamente. El cifrado también se puede utilizar para proteger la confidencialidad de las comunicaciones, como correos electrónicos y mensajes instantáneos, así como la integridad de los datos almacenados en una computadora o red.
El cifrado se puede utilizar para proteger la privacidad y la seguridad de la información personal, como números de tarjetas de crédito, números de seguridad social y otros datos confidenciales. También se puede utilizar para proteger la confidencialidad de la información comercial, como informes financieros, documentos legales y otros datos confidenciales. Además, el cifrado se puede utilizar para proteger la privacidad de las comunicaciones, como correos electrónicos, mensajes instantáneos y llamadas telefónicas.
El cifrado también es importante para empresas y organizaciones de todos los tamaños. Puede ayudar a protegerse contra filtraciones de datos y ataques cibernéticos, que pueden provocar la pérdida de información confidencial y pérdidas financieras.